Si la piel se deshidrata a nivel más profundo, es decir, en las capas más profundas, como la dermis. En esta capa tenemos la matriz extracelular, formada por diferentes elementos, entre ellos el ácido hialurónico que capta y retiene agua dando turgencia a nuestra piel. Cuando el contenido de agua en esa capa es bajo, nuestra piel se encuentra deshidratada en profundidad y siempre que ocurre esto se afectara inevitablemente a nivel superficial. Notaremos esta deshidratación profunda porque hay falta de suavidad y elasticidad, vemos la piel apagada y sin luminosidad y sentimos ciertos signos como tirantez, aparecen arrugas en la zona de los pómulos y en la sonrisa y en ocasiones arrugas alrededor de los ojos.
En estos casos, y en función del grado de afectación cutánea podemos actuar de dos formas.
Realizar un tratamiento inyectando ácido hialurónico de hidratación, que no da volumen y no hincha la cara, simplemente hidrata. Aportando además en profundidad elementos nutrientes, como minerales, aminoácidos, que ayudaran a hidratar la piel desde dentro.